Así es la historia de Diana Dávila, la creadora de una pastelería artesanal quien descubrió que su amor en la gastronomía no estaba en vender lo que hacía, sino en enseñar lo que sabe. Por su negocio han pasado más de 3.000 alumnos que primero se inspiraron en sus creaciones y después aprendieron de su conocimiento para ser emprendedores en potencia.
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