La historia del colombiano que le puso «la cereza que le faltaba al postre» hablando de ciclismo colombiano, es corta pero concisa. En pocos años ha logrado lo que muchos ciclistas no han hecho en toda una vida de competencias, y hasta ahora está empezando.
Un nombre que profetizaba su triunfo
Lo propuso el mismo médico que diagnosticó el embarazo de la señora Flor Gómez, madre del pedalista y quien iba a tener su primer hijo. El galeno José Bulla pidió ser el padrino y sugirió tener el nombre perfecto: Egan, que en griego significa campeón. Aunque al principio a los padres no les pareció un nombre que combinara con sus apellidos, el niño prodigio de la bicicleta que nació en Bogotá terminó llamándose Egan Arley Bernal Gómez.
Así es, nació en Bogotá pero no se considera bogotano sino zipaquireño. Y es que ahora también su lugar de procedencia ha dado de que hablar, porque los cundinamarqueses de las dos partes lo declaran como suyo. En redes sociales se han dado mensajes como: “Es bogotano, nacido en Bogotá, de familia zipaquireña”; pero otro usuario lo contradijo diciendo: “Egan Bernal es más zipaquireño que la Catedral de Sal. Toda su vida vivida en Zipaquirá, formado como ciclista en las montañas de sal, en la mejor pista de ciclomontañismo de Colombia”. Para finalizar esta discusión la mamá del campeón comentó que nació en Bogotá porque ese día el Hospital de Zipaquirá pasaba por una emergencia donde solo atendían otro tipo de casos más complejos, pero que en la capital del país solo estuvo un día, los siguientes 22 años ha pertenecido al municipio donde estudió Gabriel García Márquez.
Un triunfo aplazado
Así han definido este título de campeón del Tour de Francia, la competencia ciclística más famosa e importante del mundo. Pero no estamos hablando de la historia de los ciclistas colombianos a quienes en la última década este reconocimiento les ha sido esquivo, como a Rigoberto Urán quien fue segundo en 2017, y en la misma posición a Nairo Quintana en 2013 y 2015. Se trata en esta ocasión de don Germán Bernal, el padre de Egan quien fue ciclista y como todo colombiano que ha practicado profesionalmente esta disciplina, ha soñado con escuchar el Himno de Colombia en los Campos Elíseos de París.
Al no ser un ciclista destacado, don Germán puso sus esfuerzos en Egan pero no quería que estuviera en la categoría de ruta, razón por la que lo encaminó en el Ciclomontañismo, donde en el Campeonato Mundial de Ciclismo de Montaña en 2014 obtuvo la medalla de plata en Cross country juniors y en 2015 medalla de bronce, en la misma categoría; en el Campeonato Panamericano de Ciclismo de Montaña, fue ganador en 2014 de la medalla de bronce en Cross country juniors, y al año siguiente medalla de oro.
Aunque el ciclomontañismo le auguraba un buen futuro, algo más grande estaba por venir. Cambio las llantas anchas por las angostas y se decidió por empezar a practicar ciclismo de ruta, y en 2017 se estableció una temporada en Europa pensando en enrolarse en un equipo con reconocimiento. Tuvo la suerte de ser presentado a Gianni Savio, propietario de la escuadra italiana Androni Giocattoli-Sidermec de categoría profesional continental, quien le dio un voto de confianza y lo puso a prueba en una competición de categoría júnior, la Sognando Il Giro delle Fiandre, y que el colombiano ganó.
Desde ese momento Savio visionó un gran campeón y le hizo un contrato por cuatro temporadas a pesar de que hasta ahora tenía 18 años de edad. Un poco tiempo después se conoció el motivo de la arriesgada adquisición del empresario del ciclismo, reveló que en las pruebas realizadas en el centro de estudios fisiológicos, Egan registró un consumo máximo de oxígeno (VO2Max) lo que confirmaba el talento y potencial de lo que consideró su nuevo pupilo.
Aprendió de uno de los mejores
Egan Bernal en los dos años siguientes ganó las siguientes carreras y en este orden: Tour de Bihor (Rumania), Tour de Saboya (Francia), Tour de Sibiu (Rumania), Tour del Provenir (Francia), Campeonato contrarreloj (Colombia), Colombia Oro y Paz (Colombia), Tour de California (Estados Unidos), París Niza (Francia) y la Vuelta a Suiza.
En 2018 estaba listo para medirse en una de las grandes vueltas del mundo e inició en la más importante, el Tour de Francia, donde tuvo el privilegio de ser el gregario de Chris Froome, campeón en cuatro ediciones de esta competencia, y quien aseguró que Egan tenía todo para empezar a ganar en esta carrera. Pero sus entrenadores consideraron que en 2019 debía empezar por el Giro de Italia, y aunque sería su debút en esta competencia, lo daban como el gran favorito. Sin embargo, un accidente lo dejó fuera de esta pista, y aplicando el dicho que dice «No hay mal que por bien no venga», lo recuperaron y lo enlistaron para el Tour de Francia. Así fue, sin haber hecho la escuela que lleva Rigoberto Urán y Nairo Quintana (Giro de Italia y Vuelta a España), compitió como segundo ciclista del Team Ineos, liderado por Geraint Thomas, el mismo que con el paso de las etapas y al reconocer que Bernal tenía más potencial para ganar, le dejó el liderato del equipo para que se convirtiera en el primer colombiano en tener el triunfo más importante del ciclismo mundial.
Según los expertos lo que viene para Egan Bernal es muy grande, porque a sus 22 años ha demostrado que empezó con pasos de gigante y le queda una década de oportunidades, teniendo en cuenta que la edad promedio de retiro de un ciclista es de 35 años. Para algunos analistas, puede llegar a ser el ciclista más grande la historia.