Le presentamos cuatro de los mejores restaurantes de Bogotá, que han hecho parte de los más destacados en Latinoamérica.
LEO
Calle 27b n.º 6-75
286 7091
Sillas de madera, corredores amplios, una gran cava y un aspecto sobrio. Se siente como si el restaurante tuviera todo lo justo, cobijado bajo un gran sentido del buen gusto. La propuesta de Leo sobresale por un menú degustación que destaca los productos y sabores colombianos desde una perspectiva arriesgada, creativa desde la idea hasta la presentación final de los platos, que pasan por opciones como los indios sotaquireños.
Cuando Leonor Espinosa habla de lo que es lujo, es clara, precisa. “Me he dado el lujo de comer de las manos de impresionantes portadores de tradición a la orilla de un río, mar, bosque selvático, desierto, o en la cima de una montaña sentada en un taburete y una mesa forrada en plástico de emocionantes colores al ritmo de una marimba; así como también he comido en restaurantes de varias estrellas Michelin sin que esto signifique que el lujo material sea primordial. Hoy día la alta cocina no se sirve “a manteles”.
El año pasado, para Espinosa podría ser el mejor de su carrera, pues en un par de meses fue galardonada como la mejor chef de Latinoamérica, según el listado de los Latin America´s 50th Best Restaurants, y luego obtuvo el Basque Culinary World Prize, que entrega el gobierno vasco junto al Basque Culinary Center, para reconocer a los chefs que con su trabajo incentivan transformaciones sociales.
HARRY SASSON
Carrera 9 n.º 75-70
347 7155
En la pasada edición de los 50 mejores restaurantes de Latinoamérica, Harry Sasson fue el que más puestos escaló, al subir 23 peldaños y quedar en el puesto 17. “Mi primera reacción (luego de saber el resultado de la lista) fue decirles a mis muchachos que ahora vamos a tener que ser más exigentes con nosotros mismos, porque la gente va a venir a ver qué es lo que estamos haciendo acá. Soy de las personas que ponen en sus cocinas un letrero que dice: “No dejes que tus errores salgan a la mesa” y es ahí donde el cocinero debe tener la suficiente madurez para decir, “esto no sale, se me pasó, esto no está bueno, está salado, etcétera”, explicó el chef luego de recibir el premio.
La propuesta gastronómica de Harry Sasson, con sabores colombianos y latinos como protagonistas, encuentra lugar en un espacio que cuenta con una impactante cava que se descubre detrás de la barra, lo primero que se ve al entrar al restaurante. Resalta también la cocina abierta, así que se puede ver el minuto a minuto de los cocineros elaborando imperdibles opciones como las morcillas de arroz o los palmitos frescos del Putumayo. De la carta llaman la atención las opciones para llevar los platos al centro de la mesa y compartir, como las costillas y el chuletón de res, o el mero servido con papas nativas.
CRITERIÓN
Calle 69A n.º 5-75
310 1377
El taller creativo de los hermanos Rausch. Este restaurante, que abrió sus puertas oficialmente en 2004, es el primer restaurante de alta cocina de Jorge y Mark. Se trata de una cocina de autor con evidente inspiración francesa, de la que resultan creaciones como el chimichurri chontaduro en magret de pato o el merengón de guanábana.
El prestigio de los chefs los ha llevado a ser jurados de programas de cocina hasta tener su propio espacio en televisión, como el que comparten en Los hermanos Rausch, un reality que se emite en Food Network, un canal por suscripción estadounidense. Tal reconocimiento no es para menos, Criterión, desde 2013 hasta 2016, hizo parte del listado de los Latin America´s 50th Best Restaurants, una selección de las mejores propuestas gastronómicas de la región.
Grandes espejos, iluminaciones contrastadas y muebles confortables complementan el diseño moderno y vanguardista, acorde con la propuesta gastronómica de avanzada, de la que forma parte, por ejemplo, el trabajo de los chefs con el pez león, una especie invasora que ha crecido en el Caribe alterando el equilibrio del ecosistema marino; esto le da un valor agregado a su propuesta, pues, incentivando su caza, aparte de crear platos exquisitos, contribuye a dar solución a este problema.
NEMO
Carrera 13 n.º 85-46
325 7930
En noviembre del año pasado, Harry Sasson abrió las puertas de Nemo, que recibe este nombre porque así llamaban a Nassim Sasson, el padre de Harry, quien falleció en 2009.
Aunque el restaurante se ubica en el primer piso del hotel Four Seasons, cuenta con entrada independiente y, como resulta común en sus proyectos, la cocina es abierta. Para Harry, la propuesta de lujo pasa por el respeto del producto y el manejo de ingredientes de primera calidad, en ese sentido, y bajo la idea de ser una cocina urbana donde la parrilla es uno de sus protagonistas, por pedido expreso de Sasson, se mandó a fabricar un horno de carbón en España, para convertirlo en uno de los atractivos del restaurante. “A diferencia de los hornos de leña, que le aportan un sabor característico a las carnes, por ejemplo, este funciona con la brasa, que en vez de contaminar, complementa”, asegura el chef.
Sasson recomienda, para compartir, palmitos con fondue de queso, o guacamole, o los mariscos, como entrada. De fuerte: estofado de mero y un asado de tira acompañados con plátanos maduros o fideos secos y almejas. Para rematar: turrón de chocolate o la panna cotta de azahar.
Fuente: Revista Diners